Animación y comportamiento durante los partidos

Animar siempre con respeto

Animar correctamente es un arte que contribuye de manera significativa al ambiente positivo de los partidos de fútbol y apoya a los jóvenes deportistas en su desarrollo. Es importante que las familias comprendan cómo pueden motivar con su animación no solo a su propio hijo o hija, sino a todo el equipo, manteniendo al mismo tiempo el respeto hacia todos los participantes en el partido.

Principios de la animación positiva

La animación positiva se centra en alentar y apoyar, no en criticar o hacer comentarios negativos. El principio básico es crear un ambiente que ayude a los jóvenes jugadores a sentirse seguros y confiados en el campo. Esto significa centrarse en apoyar las buenas acciones y el esfuerzo de los jugadores, en lugar de destacar los errores o los contratiempos.

Otro aspecto importante de la animación positiva es la capacidad de mantener una actitud constructiva incluso en los momentos difíciles del partido. Las familias deben dar ejemplo en el control de las emociones y en mantener una actitud deportiva independientemente del desarrollo del encuentro. Sus reacciones influyen directamente en cómo perciben los niños y niñas el éxito y el fracaso en el deporte.

Manifestaciones adecuadas de apoyo

Entre las manifestaciones adecuadas de apoyo se encuentran los gritos de ánimo, los aplausos y los vítores positivos. Es importante elegir palabras y expresiones adecuadas a la edad de los jugadores y a la situación en el campo. El apoyo debe ser enérgico y entusiasta, pero al mismo tiempo respetuoso con los demás espectadores y participantes en el partido.

La animación específica a cada jugador debe ser equilibrada e incluir a todos los miembros del equipo, no solo a su propio hijo o hija. Valorar acciones concretas, el esfuerzo o el trabajo en equipo ayuda a reforzar la autoestima de los jugadores y fomenta el espíritu de equipo. También es conveniente reconocer los momentos de juego limpio y el comportamiento deportivo en el campo.

Respeto hacia el rival y los árbitros

El respeto hacia el rival es un elemento fundamental del buen comportamiento en la grada. Esto significa evitar burlas, insultos o comentarios negativos hacia los jugadores, entrenadores o familias del equipo contrario. Las buenas actuaciones o los momentos de juego limpio del rival merecen reconocimiento, lo que enseña a los niños y niñas el comportamiento deportivo.

Igualmente importante es el respeto hacia los árbitros y sus decisiones. Las familias deben aceptar las decisiones de los árbitros sin protestas ruidosas ni comentarios inapropiados. Este enfoque ayuda a los niños y niñas a comprender el significado de la autoridad en el deporte y les enseña a aceptar decisiones que no siempre les favorecen.

Creación de un ambiente de equipo

Animar correctamente contribuye a crear un ambiente de equipo y cohesión. Las familias deben apoyar a todo el equipo como una unidad, valorar el trabajo en equipo y el apoyo mutuo entre los jugadores. Animar conjuntamente y celebrar los éxitos ayuda a crear un sentimiento de pertenencia entre todos los miembros del equipo.

También es importante mantener una atmósfera positiva en caso de derrota. Las familias pueden ayudar al equipo a sobrellevar los resultados adversos destacando los aspectos positivos del partido y valorando el esfuerzo de todos los jugadores. Este enfoque ayuda a desarrollar la resiliencia y el espíritu de equipo.

Participación de otras familias

La animación eficaz a menudo implica la colaboración con otras familias. Los ánimos coordinados pueden crear un ambiente motivador que impulse a los jugadores y contribuya a mejorar su rendimiento. Es conveniente iniciar cánticos o expresiones de apoyo conjuntas que sean adecuados para la edad de los jugadores y el nivel de la competición.

Al organizar la animación conjunta, es importante respetar las preferencias y los límites de las demás familias. Algunas pueden preferir una forma más tranquila de apoyo, y eso debe respetarse. El objetivo es crear un entorno inclusivo en el que todos puedan participar de la forma que más les convenga.