Gestión serena de las emociones
Gestionar las emociones al ver a su hijo o hija practicar deporte puede ser difícil. Es importante que las familias dispongan de herramientas y técnicas prácticas que les ayuden a mantener sus emociones bajo control. Gestionar adecuadamente las emociones no solo mejora el ambiente en el campo, sino que también proporciona un modelo positivo a los niños y niñas.
Técnicas prácticas para la gestión de las emociones
La base para gestionar las emociones es ser consciente de sus propios desencadenantes y reacciones. Lleve un registro de las situaciones que le provocan emociones fuertes y anote sus reacciones. Este enfoque de autoobservación le ayudará a predecir mejor y prepararse para los momentos difíciles durante los partidos y los entrenamientos.
Adopte la técnica de los "tres segundos": cuando sienta una oleada de emociones, tómese tres segundos para inhalar y exhalar antes de reaccionar. Esta breve pausa le dará tiempo para tomar conciencia de la situación y elegir una reacción más adecuada. También puede crear su propia frase tranquilizadora o recordatorio mental.
Preparación para situaciones tensas
Antes de cada partido, prepare un plan mental para manejar situaciones difíciles. Imagine posibles escenarios que podrían surgir y prepare de antemano estrategias para responder a ellos. Por ejemplo, puede establecer una "zona de confort" en la grada a la que pueda retirarse si es necesario.
La preparación también incluye el aspecto físico: asegúrese de tener un lugar cómodo para ver el partido, tenga agua a mano y, si es necesario, algo pequeño para comer. El bienestar físico puede contribuir significativamente a manejar mejor las situaciones emocionalmente difíciles. Antes del partido, planifique también con quién se sentará, idealmente junto a familias más serenas.
Métodos para calmarse rápidamente
En caso de una repentina oleada de emociones, utilice la técnica de la respiración consciente: inspire profundamente por la nariz durante cuatro tiempos, retenga el aire durante dos tiempos y exhale lentamente por la boca durante seis tiempos. Esta respiración activa el sistema nervioso parasimpático y ayuda al cuerpo a calmarse. Repita según sea necesario.
Otro método eficaz es desviar la atención: concéntrese en contar objetos a su alrededor, observe el entorno o concéntrese en las sensaciones físicas (por ejemplo, el contacto de los pies con el suelo). Estas técnicas le ayudarán a romper la cadena de pensamientos y emociones negativas.
Estrategias a largo plazo
Para mejorar a largo plazo la capacidad de gestionar las emociones, es importante trabajar la resiliencia psicológica en general. La práctica regular de ejercicios de relajación, meditación o yoga puede ayudar a aumentar la estabilidad emocional. También es importante hacer ejercicio con regularidad y descansar bien.
Cree una red de apoyo con otras familias con las que pueda compartir sus experiencias y apoyarse mutuamente. Reflexione regularmente sobre sus progresos en la gestión de las emociones y, si es necesario, lleve un registro de las situaciones que ha logrado manejar bien.
Creación de un plan personal
Elabore su propio plan para gestionar las emociones, que incluya pasos concretos para diferentes situaciones. Este plan debe incluir sus desencadenantes personales, técnicas de relajación que le hayan funcionado y una lista de personas de apoyo a las que pueda recurrir. Actualice el plan periódicamente en función de la experiencia adquirida.
Incluya también medidas preventivas en el plan, como actividades regulares para combatir el estrés, dormir lo suficiente antes de los partidos y preparar un entorno adecuado para verlos. No olvide establecer sus propios límites y determinar cuándo es mejor alejarse de una situación tensa.